Negociación Salarial y el Miedo que Acarrea

Para muchos, la negociación salarial es tan ajena y lejana a su realidad que ni siquiera la toman en cuenta. Una encuesta de salary.com concluyó que solo el 37% de los que respondieron negocia su sueldo, y un 18% nunca lo hace. Estas cifras son extraordinarias ya que el sueldo es la compensación que recibimos, es nuestro sustento y el valor que le damos a nuestro trabajo diario. Por eso, aunque a mucha gente le aterre hablar de dinero, es crucial que la hagamos, por respeto a nosotros mismos y al trabajo que hacemos.

La Preparación te Llevará Lejos en una Negociación Salarial

Al estar negociando tu sueldo, ya sea para un trabajo nuevo o si estás pidiendo un aumento, la preparación es clave. Puede ser que te sientas agobiado al no estar acostumbrado a este tipo de situaciones por lo que es primordial que llegues con toda la información necesaria y fresca.

Primero que nada es importante conocer tu valor en pesos y centavos. Por ello, investiga los sueldos que se pagan a empleados en tu mismo puesto. Con esto te darás una buena idea de cuánto se paga en promedio y llegarás con un número claro en mente. Esto lo puedes hacer en internet, en portales especializados, hablando con reclutadores o con gente que trabaje en tu campo.

Tu Lenguaje Corporal te Delata

Nuestros cuerpos comunican más de lo que quisiéramos, sin embargo, esto lo podemos usar a nuestro favor. Es bien sabido que el lenguaje corporal es recogido por el subconsciente de los demás pero, ¿sabías que nosotros mismos recogemos y actuamos de acuerdo a nuestro propio lenguaje corporal? Esto quiere decir que, aunque mueras de nervios, si caminas erguido(a), con los hombros cuadrados y con plena confianza, aunque sea una vil actuación, tu cerebro la entenderá como real. Por el contrario, si te encorvas, cierras tu cuerpo cruzando brazos y metiendo hombros, y adoptas posturas sumisas, tu cerebro se convencerá de que debe someterse. La psicóloga social Amy Cuddy habla de posturas de poder y puede ser muy útil practicarlas antes de una entrevista o una negociación para meter a tu cerebro en el juego.

Ha Llegado la Hora de Negociar

Una vez empezada la negociación debes tener muy claro cuánto quieres ganar y cuál es el mínimo que estás dispuesto a aceptar. Con esto en mente, inicia con una cifra superior a la que buscas ya que tu contraparte siempre querrá negociar hacia abajo, así, aunque te bajes un 10 o 15 % seguirás obteniendo el sueldo que realmente querías.

Una manera muy útil de actuar durante una negociación es poniéndote en los zapatos de la persona con la que estás negociando. Trata de pensar de acuerdo a sus necesidades, tanto en lo profesional como en lo personal. Así te será más fácil encontrar soluciones que sean provechosas para ambos. Recuerda que no estás buscando “ganar” la negociación, buscas obtener un sueldo justo acorde a tus necesidades y tu valor. Es importante que no veas a la negociación como una confrontación.

Una vez que el negociador te haya revelado su oferta, no tengas miedo a dar una contraoferta para llegar a un acuerdo; te recomendamos negociar puntos específicos. Puedes decir cosas como: “Me gustaría revisar este punto (sueldo, bono, etc.)” o “¿Cómo podemos llegar a este monto?” Desafortunadamente, a veces no llegarás a lo que buscas y tendrás que decidir si debes rechazar la oferta, lo que requiere de mucha fuerza. A veces la necesidad nos obliga a acceder a términos poco deseables, sin embargo, procura solo aceptar si realmente estás de acuerdo. De lo contrario, te encontrarás trabajando por menos recompensa de la que consideras justa y tu rendimiento sufrirá.

Evidentemente, no nos caben todos los consejos y claves para llevar a cabo una buena negociación en un artículo. Por eso te invitamos a contactarnos ya que en LHH ofrecemos cursos de negociación con expertos consultores que te orientarán y te armarán con las herramientas necesarias para que negocies el sueldo que mereces… ¡y por

Vence tus Miedos en la Búsqueda de Trabajo

El miedo es una reacción natural cuando se está en medio de una transición de un trabajo a otro. Pero cuando se junta con otros factores externos disruptivos fuera de nuestro control, algunos buscadores de trabajo se preguntan en pánico, “Qué si no vuelvo a encontrar trabajo?” – usualmente al despertar en plena madrugada. La mayoría de la gente no tiene problema para reconoce que esos miedos son extremos. Sin embargo, el miedo es un demonio astuto y creativo que puede expresarse de formas inconscientes en distintas etapas del proceso de búsqueda de trabajo. El peligro es que los miedos no reconocidos y no enfrentados pueden estar deteniéndote, principalmente en tu búsqueda de trabajo.

El Outplacement Ayuda

Como coach practicante de outplacement, yo pongo particular atención a las cosas que la gente dice. Si un cliente me dice, no, no he enviado mi currículum porque sigo revisando algunos detalles, inmediatamente sospecho que un miedo al rechazo puede estar trabajando. Decir que nunca han tenido que pedir ayuda antes puede ser una señal de miedo al estigma social asociado al desempleo. ¿Se estarán obsesionando con todos los años que trabajaron para su empleador anterior o en decisiones particulares que tomaron durante esos años? Tal vez estén en la empuñadura de miedos al futuro o a la pérdida del estatus. La gente involucrada en búsquedas de trabajo debe, por supuesto, rápidamente empezar a mandar su currículum, conectarse con su red, y evitar perder el tiempo enfocándose innecesariamente en el pasado (aprende las lecciones que haya que aprender y sigue adelante).

Reconoce tu Miedo

Mi consejo para los candidatos es que permanezcan alerta. Reconozcan que el miedo es una parte natural de la vida y aprendan a detectar cómo sus miedos podrían estar representándose. Reflexionar en cuanto a cómo le hablas a otros e incluso a ti mismo acerca de tus pensamientos y acciones puede proveer valiosos insights hacia los miedos subconscientes e inconscientes que podrían estar impidiendo tu progreso. Hacerte consciente de tus miedos es el paso necesario para confrontarlos. Pero confrontarlos no es suficiente. Necesitas tomar un segunda paso y neutralizarlos. Enfócate en la oportunidad que tu búsqueda de trabajo presenta. Examina tus intereses, pasiones y metas, e imagínate un futuro más gratificante. Así es cómo encontrarás el coraje para vencer tus miedos y tener éxito.

Jolanta Jonaszko

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